Como líder podrás tener le mejor idea del mundo acompañado de una estrategia espectacular para conducir a tu equipo a la victoria, a la obtención de las metas grupales pero si no la sabes vender y no  logras convencerlos que el camino que propones es el correcto posiblemente tu idea y estrategia morirán en el intento. Las personas son las que tangibilizan y le dan vida a las buenas estrategias y las buenas ideas que tengas, por esta razón, necesitaras algo más que una buena idea, debes tener un plan para hacer sentir a tu equipo parte de mismo sueño; ese plan consiste en mirarte a ti mismo como líder y preguntarte lo siguiente; ¿Conozco realmente el potencial de cada persona de mi equipo?

Quiero ser muy concreto en este blog, te quiero regalar los tres elementos que yo considero claves para que las personas se sientan parte del mismo sueño que tu como líder has diseñado, estructurado y visualizado, y que solo tienen un oportunidad para ejecutarlo; El carisma, la credibilidad y la conexión.

Hay características de tu personalidad que vienen de fabrica contigo, una de ellas es el carisma; no se trata de como dicen por ahí, hechizar a todos con tu forma de ser, el carisma es la expresión máxima de la autenticidad, de mostrarte humano, de expresarte de manera profesional, de vestirte como te gusta, de una expresión corporal adecuada y reflejar a los demás coherencia entre lo que piensas, sientes y haces.

Cuando explotes tu autenticidad, cuando a través de tu carisma veas que estas llevando a tu equipo por el camino que has trazado no olvides lo siguientes; ¡siempre cumple con lo que digas, así que cuida mucho lo que dices! Este es el segundo elemento clave para hacer que tu equipo le crea a tu sueño y trabaje por lograrlo; sé creíble. Si estas trabajando en tu carisma de forma trasparente, ser un líder creíble no será muy difícil. No te preocupes si sientes que tu equipo te compara con la persona que ocupaba antes tu cargo, mejor, ocúpate de cumplir con lo que prometes y no te comprometas a algo que sabes que no se puede cumplir. Dale valor a tu palabra.

Muy bien, ahora el tercer elemento; la conexión. Este llegará, fluirá si tu carisma y credibilidad están bien encaminados, sin son naturales y no fingidos. Cuando tu equipo se conecta contigo, cuando sin perder tu rol logran generar un grado de confianza, la solidaridad, respeto y complicidad podría decir que su nivel de conexión es óptimo. Iras entendiendo que estas características se cultivan con el tiempo, no de la noche a la mañana y tendrás más claridad para observar el potencial de tu equipo y con seguridad tu equipo podrás conducirlos hacia la victoria individual y de la organización.

En nuestra cultura compartimos mas con nuestros equipo de trabajo que con nuestros amigos o familia, así que el primer beneficiado serás tu,  tiene sentido hacerlo ¿no crees? Depende de ti, lo que deseas lograr depende de ti, está en tus pensamientos, en tus emociones y  en tus manos.